Nosotros
sabemos que es muy difícil agradecer a Jehová cuando padecemos de alguna
debilidad física o mental, la propia situación por muchas veces nos aleja de
Papá y sentimos que a cada día todo es mucho más difícil. Cuando somos
afrentados también generalmente sentimos la necesidad de afrentar a la otra
persona y esto nos aleja aún más de Dios.
Las
necesidades que tenemos en nuestra vida son muchas, algunas pasajeras y otras
no, pero hasta en estos momentos deberíamos agradecer a Dios la oportunidad de
crecimiento espiritual.
Al
sufrir persecuciones sentimos que estamos muchas veces solos, pero esto no es
verdad. Es en este momento que Dios aún más se acerca de nosotros dándonos
fuerza y coraje para soportar las angustias de esta vida.
El
apóstol Pablo decía sentir placer en las debilidades y angustias pues para él
estos momentos hacían acercarse aún más de Jesucristo y serle grato al superar
y vencer las batallas y luchas que vendrían a él.
Que
podamos ser como Pablo en nuestras luchas diarias y testigos de la fuerza que
solamente puede venir de nuestro Creador.
Hermoso...me gusta
ResponderExcluir:) Deus é nossa força
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